Los fieles tienen claro que hay días establecidos de abstinencia de la carne, estos son: el miércoles de ceniza, el primer viernes de Cuaresma y el Viernes Santo.
Los católicos comen pescado o marisco en Semana Santa, es para cumplir con las sagradas escrituras. Los fieles católicos no consumen la carne roja porque representa el cuerpo de Cristo crucificado.
En aquellos tiempos, comer carne era algo diario. Y resultaba ser para los creyentes, al igual que en estos tiempos, una de las costumbres más arraigadas. Lo principal era –y es- preparar sus alimentos en base a pescado o marisco, absteniéndose, por completo de comer carnes rojas.
En donde se cocinan deliciosas mieles, exquisitos mariscos fritos, en sopas o combinados, riquisimas rosquillas , tanelas y tortillas dulces a base de maíz.
Las Rosquillas: Su base es de maíz, la masa se arregla con manteca y queso.
Hasta lograr una masa compacta, se hacen palitos, para luego formar circulos, y se ponen en el horno.
La miel de chiverre: Es una miel a base de pulpa de chiverre, el chiverre es un ayote o calabaza, pelandolo y eliminando el exeso de agua, luego se cocina con tapa de dulce, canela, jengibre, almibar y clavo de olor, por tres horas. Hasta obtener la miel la que se puede comer sola o sirve de relleno para empanadas.
La miel de mango y la miel de jocote (jocotada): Son unas mieles a base de mangos o jocotes maduros, que se ponen a hervir en una olla, con tapa de dulce, clavo de olor y canela, después el mago o los jocotes va soltando su jugo y se penetra el sabor de los olores, al final se le hecha un poco de azúcar, y cuando se pone espeso, se come.
¡Una deliciosa reflexión de sabor!
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