Se pude comer frío y caliente o agregar leche al gusto, es todo un arte y una tradición, pues emplea más o menos tres días de elaboración de la siguiente manera:
El primer día: Se lava bien el maíz y se deja en remojo.
El segundo día: Se vuelve a lavar y se muele. La masa que se obtiene al moler se debe colar usando una tela y seis litros de agua, se recomienda hacerlo de tarde para que obtenga un sabor agrio.
El tercer día: Al fondo del recipiente debe estar la masa honda y agua rosada por encima, esta se separa y se reserva, el resto se cocina con tapa de dulce y el azúcar se añade a pocos, moviéndolo constantemente y que no se formen grumos, cuando hierve y toma textura espesa se retira del fuego.
Y a disfrutarlo...
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